![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg042o-W8QUidPzuEgpo3p0RkzhNrrvdEzGxxUO3oZLLgHg_FkOizGE_6Znf05OV8DkaYYNV6Y5iFda-y6jMDhihkCmvWmeVHWYOsaWlxn5RL0JzssTSJ-LpjiOcSETUDd9hXJbU3Ny4m_D/s320/guia-nutricion.jpg)
Sin embargo, muchas personas que reciben tratamiento anticanceroso tienen problemas con la comida a causa de diversas complicaciones que la terapia puede ocasionar: cambios en la percepción del sabor, náuseas y vómitos, llagas en la boca, etc.; todo ello hace difícil o desagradable para el paciente aquello que debiera ser un placer importante: la comida.
De hecho, la dieta constituye una parte importante de la terapia porque comer adecuadamente antes, durante y después de los tratamientos ayuda a sentirse más fuerte, a tolerar mejor el proceso y a mejorar, por tanto, la calidad de vida.
![](file:///C:/Users/Hades/AppData/Local/Temp/moz-screenshot.png)
![](file:///C:/Users/Hades/AppData/Local/Temp/moz-screenshot-1.png)
No hay comentarios:
Publicar un comentario