El estudio, que se publica en la revista 'Genes, Brain and Behaviour', ratifica que la genética juega un "papel esencial" en el desarrollo de la enfermedad y corrobora la existencia de bases comunes entre menores y adultos que sufren esta enfermedad, según un comunicado remitido por el VHIR.
El responsable de la línea de investigación, Josep Antoni Ramos-Quiroga, ha explicado que esta constatación podría servir para identificar a priori en qué jóvenes afectados por TDAH persistirá la enfermedad cuando sean mayores.
Los resultados han sido posibles tras estudiar muestras de 332 pacientes y 334 controles adultos, y representan la continuación de una investigación anterior que ya contrastó la importancia del gen LPHN3 --Latrofilina 3-- en la posibilidad de sufrir la enfermedad.
El TDAH es uno de los trastornos psiquiátricos más comunes en niños, que afecta a más de un 5% de los niños en edad escolar. La patología les convierte en niños hiperactivos, con una gran dificultad para mantener la atención, razón por la que muestran problemas de adaptación y de rendimiento en clase.
La persistencia del trastorno en la edad adulta puede ser origen de dificultades sociales como más posibilidad de ser consumidor de drogas o de sufrir accidentes de tráfico, por ejemplo. El tratamiento se basa prácticamente en fármacos estimulantes, que regulan la capacidad de atención y el metabolismo del cerebro.
0 comentarios:
Publicar un comentario