Si se asocia obesidad (hecho nada infrecuente), disminuir el valor calórico total de la dieta. Es frecuente que según el paciente adelgaza, mejore el perfil lipídico.
Seguir las directrices de la dieta mediterránea:
- Utilizar aceite de oliva
- Prohibidos mantequilla, margarina (aunque sea de origen vegetal), nata.
- Aumentar el consumo de carbohidratos de absorción lenta (legumbres, pastas ...)
- Aumentar el consumo de frutas, verduras y alimentos ricos en fibra.
- Restringir los productos de bollería y pastelería si desconocemos con qué aceite han sido confeccionados
- Evitar en lo posible el exceso de grasas animales o vegetales aterogénicas (de palma, de coco...)
- Comer preferentemente pescado como fuente de proteínas.
- Comer carnes magras (quitando la grasa visible) o de aves (quitando la piel), con frecuencia no superior a 2-4 veces como máximo por semana
- Restringir el consumo de la yema del huevo (no más de 3-4/semana). Se pueden tomar claras de huevos que aportan proteínas de alta calidad
- Tomar los lácteos desnatados. Evitar consumo de quesos grasos.
- Moderar el consumo de alcohol. Evitarlo totalmente se existe elevación de los triglicéridos.
- Realizar ejercicio físico (aumenta el colesterol HDL “bueno”)
- Abandone del tabaco (con el fin de no sumar factores de riesgo)
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