La investigación, que se publica en 'American Journal of Clinical Nutrition', concluye que las antocianinas, unas compuestos bioactivos presentes en los arándanos, protegen contra la hipertensión. Asimismo, las antocianinas, que pertenecen a la familia de los flavonoides, se encuentran también en grandes cantidades en las grosellas negras, las frambuesas, las berenjenas y la sangría.
También, los flavonoides están presentes, aunque en menos cantidad, en numerosos tipos de fruta, vegetales, granos y hierbas. Hasta el momento, se sabía que los flavonoides presentes en el té, el zumo de frutas, el vino rojo y el chocolate negro reducen el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares.
"Nuestros hallazgos son emocionantes y sugieren que la ingesta adecuada de antocianinas podría contribuir a la prevención de la hipertensión", afirma el autor principal del estudio y profesor del departamento de Nutrición de la Universidad East Anguila, Aedin Cassidy.
Para llevar a cabo la investigación, los científicos han tomado en cuenta los estudios cohorte sobre la salud de las enfermeras y la salud de los profesionales sanitarios realizados durante un periodo de 14 años. De ellos, han analizado la dieta de 134.000 mujeres y 47.000 hombres.
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