CONTRA EL MIEDO A VOLAR O EL ESTRÉS POSTRAUMÁTICO
Este programa terapéutico, presentado en el congreso por la directora del programa de Recuperación de Traumas y de Ansiedad y profesora de Psiquiatría de la Universidad Emory de Atlanta (Estados Unidos), Barbara Rothbaum, es una opción "esperanzadora" para el tratamiento de fobias y Trastorno por Estrés Postraumático (TEP).
En concreto y como ha detallado el coordinador científico del Symposium, José Luis Ayuso, "en, por ejemplo, el tratamiento de la fobia a volar se descondiciona el miedo en prácticamente todos los casos y en un plazo corto de tiempo, de aproximadamente unas 5 o 6 sesiones".
La técnica consiste en "una exposición programada y paulatina que provoca la pérdida de sensibilidad hacia los elementos ansiosos", explica Ayuso. Además, el programa también es eficiente en casos de fobia social. En este sentido, Saiz llama la atención sobre la "importancia" de esta utilidad, ya que esta patología, que se caracteriza por el miedo a la interacción social, especialmente con personas de otro sexo, "puede llegar a ser muy invalidante".
ABORDAJE DE LA DEPRESIÓN RESISTENTE AL TRATAMIENTO
Por otro lado, durante el symposium la psiquiatra del Massachusetts General Hospital de Boston (Estados Unidos), Christine M. Dording, ha analizado las posibilidades del abordaje terapéutico en los pacientes con depresión resistente al tratamiento.
"El tratamiento farmacológico de la depresión tiene una eficacia limitada. En todos los medicamentos existe un grupo de pacientes que no va a responder al tratamiento. En el caso de la depresión, hasta el 35 por ciento de los enfermos no responden al tratamiento", explica Ayuso, que también es catedrático de Psiquiatría de la Universidad Complutense de Madrid.
Por ello, se buscan alternativas de tratamiento que se basan en la sustitución de las terapias farmacológicas o en su asociación con otros fármacos. "La depresión -explica Ayuso- compromete a varios neurotransmisores (serotonina, noradrenalina, dopamina). Existen fármacos que actúan sobre la serotonina, otros sobre la dopamina y otros cuya acción es doble. La idea de la asociación tiene su justificación en que se administra al paciente otro fármaco que actúe sobre otro neurotransmisor".
Asimismo, como precisa Saiz, que también se catedrático de Psiquiatría de la Universidad de Alcalá de Henares (Madrid), se puede recurrir a tratamientos no farmacológicos como la fototerapia, que es "eficiente" en la depresión estacional, o se puede emplear, en los casos más graves, técnicas como la estimulación magnética transcraneal o la terapia electrocompulsiva "aplicada bajo condiciones de anestesia".
Otra de las novedades del symposium han sido las conclusiones de los estudios en primates 'macacus rhesus', llevados a cabo por el jefe del Laboratorio de Etiología Comparativa en el Instituto Nacional de Salud Infantil y Desarrollo Humano Eunice Kennedy Shriver en Bethesda (Maryland, Estados Unidos), Stephen J. Suomi.
VÍNCULO MATERNO Y AGRESIVIDAD
La principal conclusión de las investigaciones de Suomi es que el vínculo del recién nacido con la madre va a "condicionar" la conducta del sujeto en la edad adulta. En concreto y como detalla Saiz, "los monos que no habían recibido un apego positivo desarrollan conductas agresivas, con mayor propensión a la ansiedad y al abuso del consumo de alcohol".
Este modelo, que analiza la conducta social de los primates y se puede "extrapolar" a humanos, hace que los sujetos con carencias afectivas en esas etapas "críticas" sean, según Ayuso, "mucho más vulnerables a toda la patología psiquiátrica, sobre todo a los trastornos de ansiedad".
Asimismo, también se ha demostrado en los primates que determinadas características genéticas conjugadas con situaciones ambientales pueden propiciar la aparición de ciertas patologías. "La combinación del alelo corto del gen transportador de serotonina con maltrato físico es capaz de dar lugar a patología depresiva", puntualiza el presidente de SEP.
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