'LLanto' es la primera y única escala en lengua española para medir el dolor en niños menores de tres años. Con esta herramienta, denominada 'Llanto' (acrónimo de llanto, actitud, normorrespiración, tono postural y observación facial), los sanitarios pueden identificar a los menores que tienen dolor agudo tras una operación, de qué intensidad es el sufrimiento y comprobar si el tratamiento utilizado resulta eficaz.
Hasta el momento, se había medido el dolor en niños que hablaban y respondían a las mismas escalas usadas en adultos. "Existen algunos estudios realizados con niños más pequeños, pero con instrumentos anglosajones, no siempre validados en castellano, como la escala 'Cheops'", explica el jefe de sección de Anestesia Pediátrica del Hospital Universitario La Paz y autor principal del estudio, Francisco Reinoso en una información de la plataforma SINC recogida por Europa Press.
El estudio de validación se ha realizado sobre 54 niños que habían sido intervenidos quirúrgicamente. Durante el mismo, tres sanitarios -un anestesiólogo pediátrico, un residente y una enfermera- fueron los encargados de observar a los menores y midieron su tipo de llanto, actitud psicológica, patrón respiratorio, tono motor y expresión facial.
El registro, que comparó la escala española 'Llanto' con la anglosajona 'Cheops', lo realizaron antes y después de suministrarles el tratamiento analgésico posoperatorio, que coincide con los momentos de mayor y menor dolor.
"La principal novedad de 'Llanto' radica en que por primera vez el personal sanitario hispanoparlante que atiende a los menores de seis años puede utilizar una escala sencilla, concisa y exacta que le permite valorar el dolor sin buscar traducciones de escalas anglosajonas, cuyos conceptos no siempre son convenientemente adaptados", asegura Reinoso.
Además, permite introducir factores relacionados con la metodología clínica local. "Por ejemplo, las enfermeras españolas prefieren medir la frecuencia respiratoria mediante observación en vez de medir el ritmo cardiaco por monitorización, como las anglosajonas", añade el médico.
Asimismo, entre las ventajas de esta escala los especialistas del hospital madrileño coinciden en destacar que no necesita ningún dispositivo electrónico para la recogida de datos. Por tanto, su medición no molesta al paciente y solo dura entre 20 y 40 segundos.
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