martes, 12 de abril de 2011

Desvelan un vínculo entre inflamación y cáncer pancreático

Publica 'Cancer Cell'
Investigadores de la Universidad de California en San Francisco (Estados Unidos) han descubierto un vínculo entre las moléculas que se encuentran en el páncreas inflamado y la formación inicial del cáncer pancreático. El descubrimiento, que se publica en la revista 'Cancer Cell', podría ayudar a los científicos a identificar nuevas vías para detectar, controlar y tratar esta enfermedad.

Los autores muestran que dos señales moleculares que se producen de forma abundante en el páncreas durante la inflamación, una proteína llamada Stat3, ayuda a iniciar las primeras fases del cáncer de páncreas, mientras que otra proteína llamada MMP7 parece afectar a la metástasis.

Los científicos, dirigidos por Matthias Hebrok, descubrieron en experimentos de laboratorio que al bloquear estas dos proteínas en los ratones se reducía el número de lesiones que conducían al cáncer y disminuía la extensión de la metástasis del cáncer. También mostraron que una de estas moléculas, MMP7, podría ser un indicador clínico de la fase del cáncer, posiblemente siendo útil como marcador para la enfermedad más agresiva. La investigación podría también ayudar a identificar nuevas vías para abordar el cáncer pancreático con fármacos.

Según explica Hebrok, "si es posible reducir las señales inflamatorias en una fase inicial de la enfermedad se podría frenar la formación de las primeras lesiones".

Una de las problemáticas del cáncer de páncreas es que no existen métodos de detección sensibles y fiables que permitan controlar la enfermedad a tiempo. Cuando se consigue detectar el cáncer, a menudo está tan avanzado que no puede extirparse por vías quirúrgicas o tratarse con facilidad.

Los investigadores han descubierto que la molécula Stat3 es un participante clave en el proceso de formación del cáncer pancreático. Stat3 se produce en el páncreas e induce la proliferación de las células de este órgano como parte del proceso normal de curación en respuesta a la inflamación. En ocasiones este mecanismo no funciona de forma adecuada y las células normales se transforman en cancerosas. Stat3 también aumenta la cantidad de MMP7, que contribuye a la metástasis del cáncer.

Los autores mostraron que al bloquear MMP7 en ratones se detiene la metástasis y se reduce el tamaño de los tumores cancerígenos. Examinaron las muestras de sangre de personas con cáncer pancreático y descubrieron que aquellos con más MMP7 en su sangre eran más propensos a encontrarse en una fase avanzada del cáncer.

Esto sugiere que MMP7 podría ser un indicador útil para conducir el tratamiento en personas con cáncer pancreático. La nueva información sobre el proceso global de cómo la inflamación está vinculada al cáncer pancreático podría ayudar a los científicos a identificar nuevos objetivos para la terapia frente al cáncer, si fuera posible descubrir formas para interferir con el proceso y si estos métodos fueran eficaces en los ensayos clínicos.

"Como con muchos cosas, el tiempo es clave. Necesitaríamos comprender en mayor detalle durante qué fase de la enfermedad se activan las dianas terapéuticas para inhibir de forma eficaz su funcionamiento y con ello la formación y progresión del cáncer", concluye Hebrok.

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