Según explica Tong Chen, director del estudio, "concluimos a partir del estudio que seis meses de consumo de fresas es seguro y fácil de seguir. Además, nuestros datos preliminares sugieren que las fresas pueden disminuir el grado histológico de las lesiones precancerosas y reducir los episodios moleculares asociados al cáncer".
El cáncer de esófago es el tercer cáncer gastrointestinal más común y el sexto entre los que causan una mayor mortalidad por cáncer en el mundo. Los investigadores estudiaban el carcinoma de células escamosas (CCE) de esófago que constituye un 95 por ciento de los casos de cáncer de esófago en todo el mundo.
Los participantes consumieron 60 gramos de fresas liofilizadas al día durante seis meses y completaron un diario dietética sobre su consumo de fresas. El uso de fresas liofilizadas fue importante porque al eliminar el agua de las frutas se multiplicaba por diez la concentración de las sustancias preventivas.
Los investigadores obtuvieron especímenes de biopsia antes y después del consumo de las fresas. Los resultados mostraron que 29 de los 36 participantes experimentaron una disminución en el grado histológico de las lesiones precancerosas durante el estudio.
"Nuestro estudio es importante porque muestra que las fresas podrían ralentizar la progresión de las lesiones precancerosas en el esófago. Las fresas podrían ser una alternativa o funcionar en conjunto con otros fármacos quemopreventivos para la prevención del cáncer de esófago. Pero necesitaremos probarlo en ensayos futuros", concluye Chen.
0 comentarios:
Publicar un comentario