domingo, 1 de mayo de 2011

El empleo de bastoncillos de algodón para limpiar los oídos puede causar daños en el tímpano

LOS CASOS MÁS GRAVES REQUIEREN CIRUGÍA
Investigadores del Hospital Henry Ford, en Estados Unidos, ha demostrado que existe una relación directa entre el uso de los bastoncillos de algodón y la ruptura de los tímpanos y que, en la mayoría de los casos, estas rupturas se curan por si mismas y la cirugía sólo resulta necesaria para los casos más severos. Los resultados de este estudio se ha presentado este viernes en el Combined Otolaryngology Spring Meetingm, que se celebra en Chicago.

Más de la mitad de los pacientes que visitan la consulta de un otorrinolaringólogo --el especialista en oído, nariz y garganta--, admite usar bastoncillos para limpiarse los oídos. Si el bastoncillo se introduce demasiado a fondo en el canal auditivo, puede causar daños graves, entre los que se incluye la ruptura del tímpano, también conocida como perforación de la membrana timpánica. Las perforaciones severas pueden causar parálisis facial y vértigo.

Participaron en este estudio 1.540 pacientes diagnosticados de perforación de la membrana timpánica entre 2001 y 2010. Los pacientes con heridas causadas por bastoncillos fueron subdivididos en dos grupos: de observación y de cirugía. Se consideraron como éxitos las membranas que sanaron y la desaparición o mejora de los problemas de vértigo, la parálisis nerviosa facial y el hueco de aire entre los huesos.

La ruptura del tímpano puede tratarse de dos formas, dependiendo de la severidad de los síntomas. El método de tratamiento más común es la observación de la perforación por parte del otorrinolaringólogo, porque con frecuencia el tímpano puede sanar por si mismo en dos meses. Sin embargo, los casos más severos tienen que tratarse con cirugía.

Aunque este estudio ha demostrado que la mayoría de las rupturas de tímpano sana por si mismas a los dos meses (97%), déficit neurológicos, como la parálisis del nervio facial, requieren intervenciones quirúrgicas para reparar el daño. Las intervenciones quirúrgicas han demostrado ser muy exitosas y sólo un paciente sufrió un problema leve de vértigo que mejoró.

Según explica el coautor de este trabajo, Ilaaf Darrat, un otorrinolaringólogo del Hospital Henry Ford Hospital, "en el pasado, muchos otorrinolaringólogos se preguntaban si la cirugía era realmente necesaria para tratar la ruptura del tímpano". "Los resultados de este estudio muestran que el 97 por ciento de los casos sanaron por si mismo, por lo que muchos casos no requieren cirugía", dice.

"Si un pacientes experimenta síntomas como pérdida de audición, supuración, mareo o irregularidades en sus movimientos faciales, deberían visitar al médico inmediatamente para valorar la posibilidad de posibles daños auditivos", apunta.

El coautor de este trabajo Michael Seidman, director de la división de Cirugía Otológica y Neurotológica del Hospital Henry Ford, recomienda que, en lugar de usar bastoncillos de algodón, para limpiar el oído se empleen otras alternativas, como una mezcla de peróxido fresco y agua con la que limpiar el odio una o dos veces al mes o aplicar cuatro o cinco gotas de vinagre y agua una vez a la semana.

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