Investigadores del Scripps Research Institute han descubierto una gran pista para comprender los mecanismos que generan el dolor neuropático crónico. Se trata de la dimetilsfingosina (DMS, por sus siglas en inglés), una pequeña molécula subproducto de las membranas celulares en el sistema nervioso.
Los científicos han visto que la DMS se produce a niveles anormalmente altos en la médula espinal de ratas con dolor neuropático y parece causarlo al ser inyectada. Estos resultados sugieren que la inhibición de esta molécula podría generar nuevos tratamientos.
Los científicos que querían entender qué hacía diferentes a las células enfermas respecto a las sanas siempre han buscado estas diferencias a nivel de la expresión genética o de proteínas celulares, que corresponden, respectivamente, a aproximaciones conocidas como genómica y proteómica.
La metabolómica, en contraste, se centra en las diferencias que se pueden ver a niveles de pequeñas moléculas denominadas metabolitos, como el azúcar, las vitaminas y los aminoácidos, que sirven como 'bloques' para construir las bases del proceso celular.
La metabolómica esta usándose cada vez más para buscar marcadores bioquímicos o firmas de una enfermedad. Una de las bases de datos de metabolomas, 'Metlin', se creó en el Scripps Research en 2005. Contiene información de cientos de metabolitos encontrados en humanos y en otros organismos.
El objetivo de este estudio, cuyos resultados se han publicado en la edición 'on line' de 'Nature Chemical Biology', era aplicar el análisis metabolómico para entender las bases bioquímicas del dolos neuropático y encontrar potenciales dianas terapéuticas. Esta aproximación se denomina 'terapéutica metabolómica'.
Los científicos comenzaron a investigar con un modelo estándar de dolor neuropático en ratas de laboratorio. El equipo de Gary J. Patti, ahora profesor de Genética, Química y Medicina de la Washington University, recogieron segmentos de nervio de pierna con dolor neuropático, plasma sanguíneo de ratas y tejido de médula espinal de estos animales. Después determinaron los niveles de metabolitos en estos tejidos y los compararon con los niveles de los animales de control.
De forma inesperada, los científicos descubrieron que casi todas las grandes anormalidades a niveles de metabolito no estaban en la fibra del nervio de pierna dañado, ni tampoco en el plasma sanguíneo, sino en el tejido de la región de la médula espinal conocida como asta dorsal, que normalmente recibe señales del nervio tibial y las trasmite al cerebro.
Después, los investigadores desarrollaron un test para ver cuál de los metabolitos alterados de forma anormal en el tejido del asta dorsal podría provocar señales de dolor en cultivos de tejido de médula espinal de rata.
Destacó un metabolito, una pequeña molécula que no aparecía en ninguna de las bases de datos. Patti determinó que esta molécula era DMS, lo que parece un subproducto de reacciones celulares que implican la esfingomielina, un gran 'bloque' para construir la funda aislante de las fibras nerviosas.
Cuando los científicos inyectaron DMS en ratas sanas, como ocurrió también en ratas con nervios dañados, generó dolor. DMS parece causar dolor, al menos en parte, estimulando la liberación de moléculas que promueven la inflamación a partir de células secundarias de las neuronas denominadas astrocitos.
Ahora estos investigadores están buscando más mecanismos por los que DMS induce el dolor y también están probando inhibidores de la producción de DMS que prueben su eficacia para tratar o prevenir el dolor neuropático. Según Siuzdak, los científicos están "muy emocionados con la aproximación metabolómica terapéutica".
0 comentarios:
Publicar un comentario