viernes, 27 de enero de 2012

Una nueva cepa de gripe aviar enciende la polémica sobre el equilibrio entre ciencia y seguridad

POR SU ALTA TASA DE LETALIDAD

Ante una nueva cepa de H5N1 (comúnmente conocida como gripe aviar) que se transmite fácilmente entre los seres humanos, diseñada por un equipo de científicos, dos informes, publicados en 'Annals of Internal Medicine', plantean sus inquietudes acerca de si esta investigación debe continuar, y sugiere que los datos deben ser compartidos para el beneficio de la salud pública.

El virus H5N1 que circula actualmente tiene una alta tasa de letalidad, ya que ha matado a cerca del 60 por ciento de los más de 500 casos humanos confirmados. Sin embargo, a diferencia de la gripe estacional, el H5N1, hasta la fecha, no se ha propaga fácilmente entre humanos. Recientemente, dos equipos científicos manipularon el virus H5N1 para que fuera fácilmente transmisible entre hurones; lo que significa que puede ser capaz de ser transmitido fácilmente también entre los seres humanos. A raíz de ello, ha surgido controversia acerca de la seguridad y la conveniencia de esta investigación.

El Consejo Consultivo Nacional de Bioseguridad (NSABB por sus siglas en inglés) ha recomendado que se publique la investigación sobre el H5N1 de la siguiente manera: las revistas deben publicar la obra sin una metodología detallada, para reducir el riesgo de replicación y uso indebido intencional. Esta recomendación ha dividido a la comunidad científica entre los que apoyan la censura, y los que se oponen a ella.

En el primer informe publicado, Thomas V. Inglesby, director del Centro de Bioseguridad de la Universidad de Pittsburgh, afirma que las consecuencias potenciales de la ingeniería humana de una cepa de H5N1 transmisible son impresionantes. Si la nueva cepa escapara del laboratorio y se extendiera como lo hace la gripe estacional, podría poner en peligro la vida de cientos de millones de personas.

Aunque el trabajo haya sido realizado para aumentar el conocimiento científico del virus H5N1, no hay evidencia científica de que una cepa como la desarrollada en el laboratorio pueda producirse de forma natural. Inglesby defiende, por tanto, que los daños de la investigación superan a los beneficios, según el experto, si la experimentación continua, se recomienda un uso muy restringido, al igual que el enfoque que se ha tomado con la viruela.

Por otro lado, en el segundo informe, el doctor Andrew T. Pavia, jefe de la División de Enfermedades Infecciosas Pediátricas de la Universidad de Utah, sostiene que el virus H5N1 podría no ser tan fácil de transmitir entre los seres humanos como algunos especulan.

En lo que respecta a la utilización de H5N1 como arma biológica, Pavia sugiere que dicho escenario es poco probable, ya que, para manipular el H5N1 como arma, el terrorista necesita los conocimientos científicos específicos de los métodos exactos utilizados en los estudios. El científico afirma que, con las debidas garantías, éstos y los estudios futuros deben proceder.

Por otro lado, Pavia está de acuerdo con el enfoque adoptado por el NSABB, "debemos tener un enfoque cuidadoso y equilibrado, que no sea ni demasiado tímido a la hora de permitir la realización y difusión de la investigación crítica, ni tan ingenuo como para no hacer frente a los problemas de bioseguridad que plantea la investigación".

Mientras tanto, los propios investigadores han anunciado una moratoria de 60 días en su investigación, mientras el debate continúa.

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