Según explica Marco Falasca, responsable del estudio, "es un número importante de pacientes los que presentan los niveles elevados de P110gamma. El hecho de que P110gamma sea necesaria para que las células cancerígenas pancreáticas crezcan muestra que es probable que tenga un papel clave en la progresión de la enfermedad, lo que la convierte en un posible objetivo para el desarrollo de nuevos tratamientos".
Los investigadores descubrieron el vínculo con P110gamma al analizar tejido pancreático canceroso y normal en relación a proteínas particulares de la proliferación celular. Hasta la mitad de todos los cánceres están vinculados a un miembro de una familia de estas proteínas, llamadas Fosfoinositida 3-Kinasa (PI3K) y los investigadores querían ver si se podía establecer un vínculo con el cáncer pancreático.
Los resultados del análisis muestran que los altos niveles de P110gamma se observaban en el 72 por ciento del tejido canceroso mientras que no se encontró ninguna en el tejido normal. Cuando los investigadores bloquearon la producción de la proteína P110gamma, las células del cáncer dejaron de crecer. El bloqueo de otros miembros de la misma familia no tuvo efecto, lo que demuestra un papel clave de P110gamma en la progresión de la enfermedad.
"Descubrimos que P110gamma también está presente en altos niveles en pacientes con inflamación del páncreas que tienen un mayor riesgo de desarrollar este cáncer, lo que indica que la proteína podría participar en una fase inicial de la enfermedad. Ahora necesitamos investigar en más detalle el vínculo entre la inflamación y el cáncer de páncreas. Esto podría proporcionar una vía para un diagnóstico precoz o una evaluación de la progresión de la enfermedad", señala Charlotte Edling, coautora del estudio.
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