La presencia del delirium tremens asociado a una ingesta diaria intensa de alcohol define la adicción a éste. Beber en exceso diariamente durante un tiempo prolongado produce inevitablemente adicción al alcohol y el subsiguiente síndrome de abstinencia. Desafortunadamente la cantidad y duración del alcohol ingerido requerido para producir dependencia física y síntomas de abstinencia no ha sido suficientemente valorado. Se cree que estos últimos se hacen evidentes en los pacientes que consumen diariamente entre 100 y 150 gramos de etanol durante dos o cuatro semanas.
Síntomas
El delirium tremens se caracteriza por presentar componentes neurosiquiátricos como el temblor, alucinaciones, confusión, agitación y signos de hiperactividad autonómica, tales como midriasis, diaforesis, taquicardia y taquipnea. Generalmente se produce 72 a 96 horas después de haber bebido por última vez y suele resolverse en 3 a 5 días. Se trata de una afección grave con un riesgo de morbilidad elevado puesto que estos pacientes son susceptibles de padecer hipomagnesemia, hipoglicemia y deshidratación debido a la fiebre, la diaforesis y los vómitos.
El síndrome puede tener un inicio brusco e insidioso, adquiriendo los síntomas su máxima intensidad en un período de 1 a 8 horas. La variedad en la presentación puede dificultar el diagnóstico: la agitación puede ser leve o extrema y es posible que no haya signos autonómicos o que estos sean muy graves; también hay alteraciones que semejan cuadros esquizofrénicos, con alucinaciones auditivas o visuales. Los pacientes de peor pronóstico son aquellos en los que se hallan signos autonómicos agravados por hiperventilación y alcalosis.
Manifestaciones clínicas
Componentes neurosiquiátricos Hiperactividad autonómica Agitación Midriasis Desorientación Fiebre Alucinaciones Diaforesis Verborrea Taquicardia Temblor Taquipnea Oliguria
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