En el estudio participaron 3.486 hombres y 1.341 mujeres con una media de edad de 55 años que pasaron por pruebas cognitivas en tres ocasiones a lo largo de 10 años.
Las pruebas medían el razonamiento, la memoria, la fluidez y el vocabulario. Los participantes recibieron un índice de riesgo Framingham que se utiliza para predecir 10 años de riesgo sobre un episodio cardiovascular. Se tuvo en cuenta la edad, el sexo, los niveles de colesterol HDL, el colesterol total, la presión sanguínea sistólica y si se fuma o se padece diabetes.
El estudio descubrió que las personas que tenían un mayor riesgo cardiovascular eran más propensas a presentar un funcionamiento cognitivo más bajo y una tasa más rápida de declive cognitivo global en comparación con aquellos que presentaban menor riesgo de enfermedad cardiaca.
Un riesgo cardiovascular superior al 10 por ciento se asoció con puntuaciones cognitivas más bajas en todas las áreas excepto en el razonamiento en hombres y la fluidez en mujeres. Por ejemplo, un riesgo cardiovascular un 10 por ciento superior se asoció con una puntuación un 2,8 por ciento menor en la prueba de memoria en hombres y un 7,1 por ciento menos en la puntuación de la prueba de memoria en las mujeres.
El mayor riesgo cardiovascular se asoció también con una tasa de declive cognitivo global 10 años más rápido tanto en hombres como en mujeres en comparación con aquellos con menor riesgo cardiovascular.
"Nuestros descubrimientos contribuyen a una evidencia creciente en el papel de los factores de riesgo cardiovasculares como el colesterol y la presión sanguínea elevados, que conducen a los problemas cognitivos que comienzan en la mediana edad. El estudio demuestra además cómo estos factores de riesgo de la enfermedad cardiaca contribuyen al declive cognitivo en un periodo de 10 años", concluye Sara Kaffashian.
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