Los investigadores señalan que aunque esta capacidad se desvanece después de unos pocos días, los descubrimientos sugieren que los corazones humanos podrían también tener un mayor potencial autoregenerador de lo que se pensaba.
Las ranas, tritones y ciertos peces pueden regenerar su músculo cardiaco si resulta herido pero esto no resulta así para los mamíferos adultos. Se desconoce si los mamíferos perdieron la capacidad de regeneración cardiaca de forma total o si esta capacidad existe pero se desactiva después del nacimiento.
Los científicos, dirigidos por Enzo Porrello, muestran ahora que el extirpación quirúrgica de parte del ventrículo cardiaco de ratones con un día de edad desencadena una respuesta que conduce a un recrecimiento de un ventrículo funcional anatómicamente normal. Esta respuesta, que implica la proliferación de células llamadas cardiomiocitos, se pierde cuando los ratones tienen siete días de edad.
Si los investigadores pueden identificar los mecanismos responsables de esta regeneración y cómo se desactivan, la información podría conducir a nuevos métodos para reparar los corazones humanos dañados por la enfermedad.
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