En su discurrir, la uña encuentra un tope en la carne y no puede seguir creciendo, por lo que reacciona con una inflamación y si después sigue creciendo, desemboca en una infección. Este trastorno afecta especialmente a niños en edad escolar y a adolescentes.
Extirpar la uña es un remedio drástico que no debe ponerse en práctica porque actualmente existen tratamientos mucho más sencillos para corregir la uña.
En los casos leves las medidas higiénicas (lavado, secado, corte de uñas) pueden evitar que el trastorno se complique. Pero cuando estas medidas fallan es necesario un tratamiento quirúrgico que no tiene por qué ser aparatoso.
0 comentarios:
Publicar un comentario