El riesgo de cáncer de mama podría evaluarse mediante el examen de las células epiteliales que se encuentran en la leche materna.
Según señala Kathleen F. Arcaro, responsable del estudio, este método de detección tiene el potencial de proporcionar una evaluación personalizada del riesgo de cáncer de mama. Dado que aproximadamente el 80 por ciento de las mujeres dan a luz, este análisis también podría cubrir un gran porcentaje de la población femenina.
Los investigadores recopilaron muestras de leche materna de unas 250 mujeres que fueron citadas para una biopsia de mama o que ya habían pasado por la prueba. Las mujeres proporcionaron muestras frescas de ambas mamas, que fueron procesadas dentro de un plazo de las 24 horas de su emisión.
Alrededor del 90 por ciento de las mujeres que participaron en el estudio procedía de una agrupación oficial de mujeres que se presta a participar en investigaciones de cáncer de mama y que recibe apoyo de la Asociación Americana de Investigación del Cáncer como colaborador científico.
Una vez que los investigadores recibieron las muestras, aislaron en la leche materna las células epiteliales, que podrían ser potenciales células cancerosas. Después, aislaron el ADN para examinar señales epigenéticas, uniones de grupos de metilo en el ADN, que son las señales que indican al cuerpo los genes que deben expresarse. Estas señales fueron entonces comparadas con el riesgo de cáncer de mama extraído de los resultados de la biopsia.
Los autores analizaron tres genes: RASSF1, GSTP1 y SFRP1. "Se ha mostrado que más de 35 genes están metilados en el cáncer de mama", apunta Arcaro.
De las 104 mujeres con una lesión no proliferativa de bajo riesgo, los resultados no mostraron diferencia en la media de metilación del ADN epitelial de la mama que pasó por la biopsia frente a la que no pasó en el caso de RASSF1 y GSTP1. En el caso de SFRP1, sin embargo, la media de metilación fue superior en la mama que pasó por la biopsia. Además, entre las mujeres cuyas biopsias revelaron cáncer, existía un aumento significativo en la media de metilación en RASSF1 en la mama que pasó por la biopsia frente a la que no lo hizo.
Aunque el tamaño de la muestra del estudio es pequeña Arcaro señala que es "suficiente para decirnos que podemos utilizar las células de la leche materna para evaluar el riesgo de cáncer de mama". La investigadora señala que se necesitan estudios adicionales para ampliar el número de genes analizado.
Arcaro espera que algún día toda mujer que de a luz en un hospital pase por un análisis de detección del cáncer de mama a través de la leche materna. "Tomaremos una pequeña muestra de calostro y le diremos cómo están sus mamas. Es una prueba totalmente inofensiva, barata y realmente exacta", concluye la investigadora.
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