jueves, 13 de octubre de 2011

El consumo de verduras puede cambiar el efecto de los genes sobre las enfermedades cardíacas

'PLOS MEDICINE'

Durante mucho tiempo se ha pensado que los genes heredados -y sus efectos- no podían cambiarse, pero ahora, un equipo internacional de científicos dirigido por investigadores de la Universidad McMaster y la Universidad McGill (ambas en Canadá) ha desafiado esta creencia. Los investigadores han descubierto que un gen -el principal marcador de la enfermedad cardíaca- puede ser modificado mediante la ingesta de cantidades generosas de frutas y verduras crudas. Los resultados del estudio han sido publicados en el último número de la revista 'PLoS Medicine'.

"Sabemos que la población con variaciones genéticas en el cromosoma 9p21 tiene mayor riesgo de sufrir enfermedades del corazón", explica el doctor Jamie Engert de la Universidad McGill, uno de los autores principales del estudio, quien añade que "fue una sorpresa descubrir que una dieta saludable es capaz de debilitar significativamente el efecto de dichas enfermedades".

La investigación, que representa uno de los mayores estudios sobre la interacción entre los genes y la dieta que se han realizado sobre la enfermedad cardiovascular, implicó el análisis de más de 27.000 personas de países árabes, Europa, Asia del Sur, China y América Latina, y el efecto de sus dietas sobre el gen 9p21. Los resultados sugieren que los individuos con el genotipo de alto riesgo que consumieron una dieta compuesta principalmente de verduras, frutas y bayas, tenían un riesgo similar de sufrir un ataque al corazón que aquellos con el genotipo de bajo riesgo.

"Hemos observado que el efecto de un genotipo de alto riesgo puede ser mitigado por el consumo de una dieta rica en frutas y verduras", afirma Sonia Anand, una de las investigadoras principales del estudio y profesora de medicina y epidemiología en la Universidad McMaster, "por ello, nuestros resultados apoyan la recomendación de consumir más de cinco porciones de frutas o vegetales al día para promover una buena salud".

"Nuestra investigación sugiere que puede haber una importante interacción entre los genes y la dieta en la enfermedad cardiovascular", concluye el doctor Ron Do, quien llevó a cabo parte de esta investigación como parte de su doctorado en McGill, y agrega que "es necesario que las investigaciones futuras tengan en cuenta el mecanismo de esta interacción, lo cual arrojará luz sobre los procesos metabólicos subyacentes en los que participa el gen 9p21".

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