Las embarazadas que consumen grasas trans procedentes de tentempiés, comida rápida y otros platos poco saludables podrían tener bebés más grandes. Así lo advierte un estudio de la Harvard School of Public Health, en Boston (Estados Unidos), cuyos resultados se publican en 'American Journal of Clinical Nutrition'.
Estos investigadores estudiaron a 1.400 embarazadas del área de la ciudad de Boston, que dieron a luz entre 1999 y 2002. Estas mujeres rellenaron cuestionarios sobre su alimentación durante el primer y el segundo trimestre de su embarazo.
Así descubrieron que, a mayor ingesta durante el segundo trimestre de embarazo de grasas trans --que reducen los niveles del denominado colesterol 'bueno' y elevan los del colesterol 'malo'-- , mayor era el tamaño del recién nacido.
El trabajo no demuestra que las grasas trans solas disparen el crecimiento fetal. Además, deja sin aclarar cuánto daño hacen a la salud. Sin embargo, advierten del riesgo de tener recién nacidos más grandes de lo normal, según la líder de esta investigación, Juliana Cohen, de la Harvard School of Public Health.
Según esta experta, los bebés grandes pueden necesitar una cesárea para nacer. Además, varios estudios han demostrado que podrían tener un mayor riesgo de desarrollar diabetes y enfermedades cardíacas durante su vida. "Sería prudente limitar las grasas trans en la dieta de cualquier modo. Las embarazadas podrían pensar en cómo (estas grasas) afectarían también al crecimiento fetal", asevera.
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