El uso de un arnés o un yeso por una lesión en un brazo puede hacer que el cerebro cambie rápidamente para adaptarse, según un estudio publicado en 'Neurology', la revista médica de la Academia Americana de Neurología. El estudio observó un aumento en el tamaño de las áreas del cerebro que compensan el lado lesionado, y una disminución en las zonas que no estaban siendo utilizados a causa del yeso o cabestrillo.
"Estos resultados son especialmente interesantes para el desarrollo de terapias de rehabilitación para personas que han tenido un derrame cerebral, u otros problemas", explica el autor del estudio, Nicolas Langer, de la Universidad de Zurich, en Suiza.
Para el estudio, los investigadores examinaron a 10 personas diestras con una lesión en la parte superior del brazo derecho -que requería un cabestrillo durante al menos 14 días- el brazo y la mano derechos no realizaron casi ningún movimiento durante el período de estudio. Como resultado, los participantes utilizaron su mano no dominante, la izquierda, para realizar actividades diarias, como el lavado, usar un cepillo de dientes, comer o escribir.
El grupo de participantes fue entonces sometido a dos resonancias magnéticas del cerebro, una tras los dos primeros días después de la lesión, y otra a los 16 días de usar yeso o cabestrillo. Los escáneres midieron la cantidad de materia gris y blanca en el cerebro; y también se midieron las habilidades motoras de los participantes, incluidos los movimientos de la mano, del brazo, y la velocidad de la muñeca y los dedos.
Los resultados del estudio indicaron que la cantidad de materia gris y blanca en el lado izquierdo del cerebro disminuyó hasta un diez por ciento, mientras que la cantidad de materia gris y blanca en el lado derecho del cerebro, aumentó de tamaño.
"También observamos una mejora en las habilidades motoras de la mano izquierda no lesionada, lo que directamente se relacionó con un aumento en el grosor del lado derecho del cerebro", explica Langer, quien agrega que "estos cambios estructurales en el cerebro están asociados a la transferencia de competencias de la mano derecha a la izquierda".
Los investigadores indican que los estudios futuros deben examinar si el uso de un sistema de retención, por parte de los pacientes con ictus, es realmente necesario para la mejora del movimiento del brazo y la mano; ya que estos resultados también apoyan las directrices que indican que un brazo o pierna, tras la cirugía, deben ser inmovilizados durante el menos tiempo posible, siempre y cuando sea necesario.
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