La cafeína es un estimulante que actúa sobre el cerebro y puede combatir la somnolencia y la fatiga. Algunos de sus potenciales beneficios para la salud incluyen la protección frente a la diabetes, la enfermedad de Alzheimer, el daño hepático e incluso la gota.
El objetivo de estos investigadores era examinar qué efecto provocaba el café en el organismo en una situación de estrés, en especial cuando se consume en grandes cantidades y en reuniones con mucha tensión.
Para ello, los investigadores reclutaron a 64 hombres y mujeres e hicieron parejas del mismo sexo. Cada pareja tenía un conjunto de tareas a completar, entre las que se incluyó la realización de negociaciones, hacer puzzles y memorizar. Para añadir estrés, se les dijo que tendrían que explicar en público estas tareas. Después dieron a estas parejas café o descafeinado y siguieron su evolución.
Descubrieron que la habilidad de los hombres para actuar bajo presión empeoraba de forma notable si habían bebido café. Por ejemplo, tardaban una media de 20 segundos más en completar puzzles que otros que tomaron descafeinado. Sin embargo, las mujeres que tomaban café completaban estos puzzles 100 segundos antes.
Estos expertos piensan que la clave de los efectos del café en ambos sexos radica en la diferente forma en la que hombres y las mujeres reaccionan frente al estrés: los hombres tienden a exigir comportamientos de huída o lucha, mientras que las mujeres están más inclinadas a trabajar juntas para resolver los problemas, algo que los psicólogos denominan buscar alianzas o 'amistades'.
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