Un antidepresivo denominado tranilcipromina (TCP) podría ser un prometedor tratamiento contra el cáncer, según una investigación desarrollada por el Institute of Cancer Research (ICR), en Reino Unido, y publicada en 'Nature Medicine'.
Un retinoide denominado ácido trans-retinoico (ATRA), un derivado de la vitamina A, se utiliza ya con éxito para tratar un raro subtipo de leucemia mieloide aguda (AML, en inglés). Sin embargo, el fármaco no es efectivo para sus tipos comunes de esta leucemia. El equipo liderado por Arthur Zelent, del ICR, quería averiguar el potencial de los retinoides para tratar a otros pacientes con esta enfermedad.
Según ha explicado Zelent, "los retinoides ya han transformado un tipo raro de leucemia mortal en una enfermedad curable". "Ahora hemos encontrado la forma para aprovechar estos poderosos fármacos para tratar tipos comunes de leucemia", indica.
"Hasta ahora, era un misterio por qué otras formas de leucemia mieloide aguda no respondían a este fármaco. Nuestro estudio ha revelado que había un bloqueo molecular que podría revertirse con un segundo fármaco que suele usarse como antidepresivo. Creemos que ésta es una estrategia prometedora y, si estos hallazgos pueden repetirse en pacientes, los potenciales beneficios son enormes", anota.
ATRA funciona animando a las células de la leucemia a madurar y morir de forma natural. Estos investigadores creen que el fallo de la leucemia mieloide aguda a la hora de responder a este fármaco podría deberse a que los genes contra los que ATA suele dirigirse 'apagan' su expresión.
En su búsqueda de un medicamento que pudiera utilizarse para reiniciar la actividad de ATRA, el equipo utilizó un área emergente denominada epigenética. Así descubrieron que inhibiendo una encima denominada LSD1, utilizando TCP, podían 'activar' estos genes otra vez y hacer a las células cancerígenas sensibles a ATRA.
En colaboración con la University of Münster, en Alemania, el equipo del ICR ha iniciado un ensayo clínico en fase II de la combinación de fármacos en pacientes con leucemia mieloide aguda.
Según destaca el coautor Kevin Petrie, es importante destacar que estos fármacos "se dirigen sólo a las células cancerígenas y dejan sin tocar a las células sanas, por lo que esperamos que tenga menores efectos secundarios para los pacientes que los fármacos estándar".
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