domingo, 29 de abril de 2012

Uno de cada cinco trabajadores de las UCI tiene depresión


Y UN 12% TIENEN PROBLEMAS PARA EXPRESAR SUS SENTIMIENTOS




Una investigación de la Universidad Jaume I de Castellón ha revelado que el 20 por ciento del personal sanitario de las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) sufre depresión, mientras que el porcentaje de sanitarios con riesgo de padecer fatiga por compasión es de un 12 por ciento, el de ansiedad un 7 por ciento y de síndrome 'burn out' un 3 por ciento.

   Para la realización del estudio 'Estado emocional de los profesionales sanitarios en las Unidades de Cuidados Intensivos: factores moduladores', los investigadores han evaluado a 117 profesionales sanitarios de la UCI del Hospital General de Castellón, para analizar la carga psicológica de estos profesionales en contacto continuo con el sufrimiento y la muerte.

   Los trabajadores han destacado que los elementos que mayor estrés les generan son la sobrecarga de trabajo o la falta de recursos humanos para cubrir las necesidades.

   Además, señalan otros factores relacionados con características especiales del trabajo en una UCI, tales como la necesidad de tomar decisiones de manera rápida, las consecuencias que se pueden derivar de estas decisiones, la presión temporal, la falta de descansos reglados o la desvalorización de la profesión.

   Según ha explicado al Servicio de Información y Noticias Científicas Rafael Ballester, autor del estudio, "estos factores son, a priori, difíciles de cambiar, pues no son personales sino que vienen impuestos por el contexto".

   Sin embargo, "sería interesante tratar de desarrollar estrategias de prevención e intervención que, posiblemente, permitieran mejorar la percepción que se tiene sobre éstos y su afrontamiento. Por supuesto, estos datos también denuncian la falta de recursos con que cuentan nuestros profesionales".

   Una vez conocidos los factores que influyen en el malestar emocional del los profesionales, los investigadores creen que ésta intervención debería incluir, entre otros, aspectos como la psicoeducación, generar posibilidades de descarga emocional, fortalecer los vínculos interpersonales entre los miembros del grupo y el entrenamiento en técnicas psicológicas que les ayude a afrontar el impacto emocional que les genera su actividad diaria.

DIFICULTADES PARA EXPRESAR SENTIMIENTOS

   La investigación revela que alrededor de un 12 por ciento del personal de la UCI está en riesgo de padecer fatiga por compasión, es decir, que pueden llegar a tener dificultades para experimentar sus propios sentimientos, desesperanza, impotencia y rabia en respuesta al estrés que padecen por ver a sus pacientes pasando por situaciones médicas graves.

   Por otra parte, un 3 por ciento presentan riesgo de padecer 'burn out' o síndrome de estar quemado. Se trata, según explica la investigadora Sandra Gómez, "de la sensación de agotamiento, decepción y perdida de interés por la actividad laboral, que surge especialmente en aquellos que se dedican a profesiones de servicios, como consecuencia del contacto diario con su trabajo".

   El estudio también considera la satisfacción que les aporta a los profesionales el hecho de ayudar a otros. Así, "los sanitarios de la UCI se encontrarían en un nivel medio de satisfacción con la compasión que ofrecen a los pacientes.

   En cuanto a las variables demográficas, son las mujeres "las más satisfechas y el personal médico el menos satisfecho y el que más riesgo de fatiga por compasión presenta en comparación con el personal de enfermería", asegura Gómez.

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