En determinadas circunstancias algunos niños adquieren un peso superior al recomendado. El exceso de peso, en general perjudicial, es particularmente peligroso en el caso de los niños, debido a que se encuentran en fase de desarrollo y puede repercutir negativamente sobre su estado en el presente y, más aún, en el futuro.
El sobrepeso en los niños, sobre todo en el momento en que comienzan a ser conscientes de su imagen corporal y empiezan a tener sentido de la autoestima, puede provocarles graves problemas psicológicos y en la esfera emocional.
En numerosos casos se produce discriminación en forma de burlas o malos tratos por parte de otros niños en su entorno escolar o social.
La propia imagen que el niño tenga de sí mismo puede dar lugar también a desequilibrios psicológicos importantes.
Las alteraciones psicológicas en la infancia pueden provocar trastornos graves en su desarrollo y maduración como adultos.
Desde el punto de vista físico el exceso de peso puede dar lugar, ahora, o más adelante en otras fases de su vida, a enfermedades graves como diabetes mellitus, hipertensión arterial, enfermedades cardiovasculares como la arterioesclerosis y sus consecuencias como elictus cerebral o el infarto de miocardio.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) existen unos 42 millones menores de cinco años que presentan sobrepeso. España -sólo superado por Grecia, Italia y Malta- es uno de los países con más obesidad infantil en Europa.
La obesidad infantil es uno de los problemas más graves de salud pública del siglo XXI, según la OMS, además, los niños con sobrepeso tienen una mayor tendencia a ser obesos en la edad adulta.
La función de los padres y de los educadores es crucial, debiendo éstos proporcionar a los niños una educación y pautas de comportamiento y actuación adecuadas, que sean capaces de lograr conductas sanas en los menores y de hacerles fuertes para poder resistir las tentaciones consumistas que se ofrecen desde los medios de comunicación social (publicidad en TV, Internet, etc.) y desde la sociedad en general.
La OMS cita entre las causas del sobrepeso en nuestros menores, el aumento de la ingesta de alimentos hipercalóricos con abundantes grasas y azúcares pero escasos en vitaminas, minerales y otros nutrientes necesarios.
Cita además el aumento del sedentarismo de los pequeños en sus obligaciones cotidianas y en sus actividades recreativas.
Esta organización da las siguientes recomendaciones para reducir el sobrepeso de nuestros menores:
- Aumentar el consumo de fruta, verduras, legumbres, cereales y frutos secos
- Reducir el consumo de grasas y sustituir las grasas saturadas por grasas insaturadas
- Reducir el consumo de azúcares (bollería industrial…)
- Mantener un buen nivel de actividad física, como mínimo 60 minutos diarios de actividad física de intensidad moderada o vigorosa (teniendo en cuenta que los niños enfermos pueden tener otras circunstancias y otras necesidades, consulte con el pediatra en este caso).
La OMS da la siguientes recomendaciones dietético-alimentarias a los padres en la nutrición de sus hijos en el hogar:
Para los lactantes y niños pequeños:
- lactancia exclusivamente materna
- evitar añadir azúcares y almidones a la leche artificial
- aceptar la capacidad del niño para regular su propia ingesta de calorías, en vez de obligarlo a vaciar el plato
- garantizar la ingesta de micronutrientes necesaria para fomentar un crecimiento lineal óptimo
Para niños y adolescentes:
- darles un desayuno saludable antes de acudir a la escuela
- darles alimentos sanos (cereales integrales, hortalizas, frutas)
- fomentar la ingesta de frutas y hortalizas
- reducir la ingesta de alimentos ricos en calorías y pobres en micronutrientes (alimentos envasados)
- reducir la ingesta de bebidas azucaradas
- hacer lo posible porque las comidas se hagan en familia
- reducir la exposición a la publicidad (por ejemplo, reducir el tiempo dedicado a ver televisión)
- enseñar a los niños a resistir la tentación y las estrategias publicitarias
- proporcionar información y recursos para que puedan elegir opciones alimentarias sanas
La OMS da las siguientes recomendaciones para la promoción de la actividad física en el hogar:
- reducir el tiempo de inactividad (televisión, ordenador, videojuegos)
- fomentar acudir al colegio y a otras actividades sociales a pie o en bicicleta en condiciones de seguridad
- integrar la actividad física en las rutinas de la familia, buscando tiempo para dar paseos en familia o participar juntos en juegos activos
- asegurarse de que la actividad sea apropiada para la edad y proporcionar equipo protector para realizarla (casco, muñequeras, rodilleras, etc.).
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