Al principio la hernia de disco o discal puede ser asintomática, aunque progresivamente originará los síntomas característicos, los cuales dependerán de la localización de la lesión.
En general, la hernia discal provoca un dolor sordo, localizado, que se incrementa ante maniobras de Valsalva, y calma con el reposo y con la flexión lenta de la columna. Cuando la zona lumbar es la afectada, desaparece la lordosis característica de esta zona de la columna, observándose una postura rígida antálgica. Los músculos paravertebrales suelen estar tensos y dolorosos a la palpación.
Cuando se produce la compresión de las raíces nerviosas, esto provoca dolor en las extremidades inferiores y pueden aparecer signos neurológicos periféricos.
Hernia discal
Al principio la hernia de disco o discal puede ser asintomática, aunque progresivamente originará los síntomas característicos, los cuales dependerán de la localización de la lesión.
En general, la hernia discal provoca un dolor sordo, localizado, que se incrementa ante maniobras de Valsalva, y calma con el reposo y con la flexión lenta de la columna. Cuando la zona lumbar es la afectada, desaparece la lordosis característica de esta zona de la columna, observándose una postura rígida antálgica. Los músculos paravertebrales suelen estar tensos y dolorosos a la palpación.
Cuando se produce la compresión de las raíces nerviosas, esto provoca dolor en las extremidades inferiores y pueden aparecer signos neurológicos periféricos.
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