Los autores de los trabajos que se publican esta semana en la revista 'Nature', centrados en el funcionamiento de un inusual canal iónico, podría ayudar al desarrollo de una nueva clase de anticonceptivos no hormonales.
Las células cumulus que rodean a los óvulos liberan la hormona esteroide progesterona, que induce el influjo de los iones Ca2+ en los espermatozoides. Esto conduce a un aumento en la actividad del esperma e induce el movimiento de los espermatozoides al óvulo. Hasta el momento, los mecanismos que subyacían a este proceso se desconocían.
Dos equipos de investigadores, uno dirigido por Yuriy Kirichock desde Estados Unido y otro por Benjamin Kaupp en Alemania, muestran ahora que la progesterona activa un canal de calcio sensible al pH denominado CatSper, lo que produce un rápido influjo de iones de calcio a los espermatozoides.
Como otras hormonas esteroides, la progesterona se conoce por actuar normalmente a través de un receptor intracelular, pero estos estudios muestran ahora que, en el esperma, la progesterona puede enviar señales a través de un mecanismo no genómico.
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