El jarabe de maíz, no es una forma natural de fructosa y es considerado un edulcorante artificial barato y la causa principal del aumento del tamaño de las porciones individuales de las sodas y otros alimentos.
¿Cómo se creó? ¿Por qué es tan popular?
Si desea reducir drásticamente la cantidad de alimentos procesados en su comida, no compre ningún alimento y bebida que contenga jarabe de maíz alto en fructosa.
¿Cómo surgió este peligroso substituto del azúcar?
En 1970, más del 83 por ciento de los edulcorantes que se consumían en los Estados Unidos fueron de sacarosa. En 1997, ese número había descendido a 43 por ciento, y el resto del edulcorante que se consumía – alrededor del 57 por ciento – era jarabe de maíz.
El problema con este cambio es que los estudios han demostrado que cuando las personas consumen los edulcorantes artificiales, tienen un mayor deseo de continuar comiendo. Esto ocurre con todos los edulcorantes, y no parece relacionado con la forma en que el organismo lo metaboliza, sino más bien con el sabor de la dulzura.
En un estudio de 1.400 estudiantes de escuela intermedia en EE UU, se constató que casi un tercio de su consumo calórico fue azúcares añadidos (a diferencia de los azúcares que se encuentran de forma natural en frutas y verduras, que normalmente no se contaban cuando se habla de azúcar).
En 2005, los estadounidenses consumieron cada uno, en promedio, más de 42 libras (19 kilogramos) de jarabe de maíz alto en fructosa. En promedio los norteamericanos consumen 200 calorías diarias de jarabe de maíz, que es cerca del 10 por ciento de todas las calorías diarias consumidas.
Como resultado las tasas de obesidad han aumentado en los Estados Unidos desde la década de 1980. Entre 1994 y 2004, los nuevos diagnósticos de diabetes tipo 2 aumentaron en un 23 por ciento.
¿Qué es la fructosa?
La fructosa es un azúcar simple de origen natural producida por muchas plantas. Es muy dulce y es más soluble en agua que la glucosa. Es un azúcar simple también fácilmente accesible por la naturaleza y es la principal fuente de energía del cuerpo. La fructosa y la glucosa tienen el mismo tipo de átomos, pero se juntan de otra manera. Cuando se combina la fructosa y la glucosa, se convierten en sacarosa, que es la base del azúcar de mesa.
El jarabe de maíz, es un jarabe pesado de glucosa hecho de almidón de maíz. En el jarabe de maíz no hay fructosa – por lo menos en su estado natural. En 1957, los investigadores descubrieron una enzima que podría convertir la glucosa del jarabe de maíz en fructosa. Este proceso fue modificado y mejorado en el decenio de 1970, por lo que ahora es posible producir jarabe de maíz en masa..
El jarabe de maíz alto en fructosa y la nutrición
Normalmente, el jarabe de maíz no es muy dulce. Pero su sabor se transforma en dulce una vez que su glucosa se ha convertido en la fructosa y el jarabe de maíz se ha transformado en fructosa. En ese estado el jarabe de maíz es más dulce que el azúcar. Este también se mezcla mejor con otros líquidos. Por ejemplo, es mucho más fácil la mezcla de jarabe de maíz alto en fructosa, en las bebidas refrescantes de azúcar. A pesar de que su procesamiento es más complicado, es más barato utilizar jarabe de maíz alto en fructosa, que los azúcares regulares. Además, los azúcares en los jarabes actúan como conservantes, por lo que también ahora también lo añaden a algunas carnes.
¿Porqué ha tenido éxito el jarabe de maíz?
A lo largo del siglo pasado, el gobierno de los EE.UU. apoyó a sus agricultores a través de subvenciones para garantizar que “la producción nacional de alimentos continuara creciendo”. Los productores de maíz, en particular, fueron recompensados por producir más maíz y lograron la meta produciendo un exceso mayor que la demanda. Como resultado, los Estados Unidos siembran y consumen más maíz que cualquier otra nación en la tierra.
Las mejoras en la capacidad de procesar el jarabe de maíz fue una buena noticia para la industria del maíz y la industria de las gaseosas. Los agricultores resolverían así su problema de exceso de maíz y la industria gaseosa podría economizar cientos de millones de dólares al cambiar el uso del azúcar por la alternativa económica del jarabe de maíz. El Medio Oeste de EE UU fue literalmente cubierto de materias primas, y pronto más de una docena de grandes plantas de procesamiento de jarabe de maíz surgieron en la región para manejar la creciente demanda de los edulcorantes.
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